De viatge amb el T-10 de la Bòbila

T-10 és el club de lectura de la Biblioteca la Bòbila que us ofereix plaer i coneixement a partir d'un viatge literari organitzat en deu etapes. L’itinerari del “Club de lectura T-10” combina lectures, tertúlies, còmics, butlletins, xerrades o pel·lícules. És una proposta de 10 excursions lectores, 10 mirades diferents del lloc.

Després dels viatges literaris que hem fet a la ciutat de Nova York, a l'Europa Central, també anomenada Mitteleuropa i a Rússia, al peculiar humor anglès; o a les illes literàries, ens dirigim a la frontera i saltem a banda i banda..., entrem en el cor de la família, a la novel·la llatinoamericana actual, a la part fosca de França a la ciència-ficció,Infància i l'adolescència. I ara, Al marge: la mirada de l'outsider. Ens acompanyes?

dimecres, 18 de desembre del 2019 0 comentaris

El Caso Sankara, de Antonio Lozano

demà a les 19h llegirem El Caso Sankara, de Antonio Lozano. Fragments d'un article anònim que podem trobar al wordpress Literàfricas, portal que ens descobreix autors africans contemporanis amb molt bones ressenyes, ens dóna una bon punt de partida sobre la novel·la:

"Si se mira desde un avión, mientras se sobrevuela Burkina Faso, se pueden ver grandes extensiones de techos de hojalata, el horno inmenso en el que se hacinan los pobres. Ante esa visión, las palabras de Thomas Sankara fueron una bocanada de esperanza: “Mi sueño es sacarlos de ahí. Si mi pueblo no puede vivir dignamente, no hay revolución. La revolución no es una palabra, es acción” (pág.77).

Cubierta: El caso SankaraAntes, aquel país de África Occidental se llamó Alto Volta, hoy se llama Burkina Faso porque fue el nombre con el que le rebautizó su presidente Thomas Sankara en un intento por aunar las dos lenguas mayoritarias y de “descolonizar la mente” de sus habitantes: “Burkin, en moré: tierra; Faso, en diula: hombres íntegros.¡La tierra de los hombres íntegros¡” (pág.148). El caso Sankara, desde un enfoque de novela negra, se inicia la mañana del 15 de octubre de 1987, cuando cuatro años después de su llegada al poder, por sus propios compañeros de revolución. El periodista francés Emmanuel Durant fue la última persona que entrevistó al presidente justo antes de su muerte y es el que, en el papel de un detective, va desgranando las circunstancias que rodearon la misma, intentando contestar a los interrogantes que no cesan de aparecer. Sankara tuvo poco tiempo, pero en el breve periodo en el que gobernó (llegó tras un golpe de estado) se convirtió en un líder carismático, incómodo y aclamado a la vez. Se le conocía como el “presidente de los pobres” y también como el “Che Guevara africano”.
En esta obra se evidencia la admiración que siente el autor por el personaje, por aquel hombre íntegro. ¿No tenía sombras? es la pregunta que puede surgir al leer la semblanza tan perfecta que se realiza. Mi opinión es que casi todo el mundo las tiene, sólo que en este texto no aparecen. Por otro lado, el mismo Lozano comenta en una entrevista que se trata de “una novela, en la que el juego entre la ficción y la realidad es constante. Se trata en efecto de inventarse una historia, una trama que intente explicar lo que nunca se ha explicado sobre la verdad de lo ocurrido a Sankara, porque el gobierno de Compaoré (actual presidente de Burkina Faso y a quien se señala como el artífice de la muerte de Sankara) siempre se ha negado a permitir que se lleve a cabo la investigación judicial necesaria para esclarecer los hechos.”

Pero la  novela de Antonio Lozano, además de acercarnos la figura de este hombre carismático, nos adentra en un aterrador viaje al fondo, complicado e infernal, del África poscolonial, en el que Sankara era un personaje incómodo. Las independencias trajeron una pléyade de dictadores, en un juego estratégico en el que las potencias antes colonizadoras pervertían las reglas del juego para permanecer dominando y explotando el continente. En El caso Sankara se habla de las relaciones ocultas entre Francia y África, pero hay más. El último tramo del libro es una espiral de denuncia continua sobre lo que se encuentra detrás de la gran pantalla embaucadora con la que se nos muestran muchos enfrentamientos en los territorios más olvidados; Sierra Leona, Liberia, Biafra… van apareciendo ante nuestros ojos bajo una luz que quisiéramos apagar.

Queda por descubrir mucho para quien quiera ver, así como las vidas de otros líderes que como Sankara, con sus aciertos y sus sombras, sus pensamientos y sus acciones, nos hacen confiar en una África llena de seres (¡qué hermosa palabra sobre todo en estos tiempos¡) íntegros, dispuestos a llevar al continente al lugar que se merece.

dilluns, 11 de novembre del 2019 0 comentaris

"Todas somos Madame Bovary"

Aquest proper dimecres llegirem Madame Bovary, de Gustave Flaubert. La seva història és arxiconeguda, fragments de l'article de Valeria Mussio a La Izquierda: diario ens ofereixen una perspectiva diferent del personatge:
"El escritor Mario Vargas Llosa le dedica una extenso ensayo llamado “La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary”, en el que le coloca a Emma el epíteto de “heroína egoísta”. Ella se embarca en una lucha únicamente guiada por la conquista de los placeres terrenales.
La heroína individualista
Desde esta perspectiva, Madame Bovary pareciera una especie de ingenuo Sid Vicious, cuyo único propósito es el de “vivir rápido y morir joven”. El análisis de Vargas Llosa es sumamente interesante y está muy bien pensando, pero la ternura con la que observa al personaje llega al punto de ser ligeramente condescendiente de las capacidades de una mujer de subvertir el orden y de levantarse frente a un sistema opresor.
En este sentido, cambiaría el epíteto de “heroína egoísta” por el de “heroína individualista”. Si bien el tinte feminista de la obra escapa por completo la intencionalidad del autor, en ciertos pasajes de la obra la lucha contra el patriarcado se hace evidente. Pensemos, por un lado, en la inutilidad de Charles como el clásico patriarca, construido durante toda la novela como un monigote estúpido que no comprende en absoluto nada de lo que pasa a su alrededor. Esto facilita a Emma la posibilidad de escaparse con otros hombres, para vivir aquello que las mujeres tienen prohibido: experimentar diversas relaciones amorosas y placer sexual.
Emma desprecia la institución del matrimonio y de la familia, y huye intentando entrar en el mundo de las aventuras, no porque se le haya llenado la cabeza de ideas locas, sino porque es consciente de que ese mundo es real y tangible para todos aquellos que hayan nacido con el sexo masculino. 
Y sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos, la lucha de Emma Bovary falla inevitablemente. Nos preguntamos por qué, y podemos respondernos: Madame Bovary atraviesa un etapa social de consumo masivo, en el que la capacidad económica parecía abrir una puerta para ascender a una clase social más alta. Su autopercepción no coincide con sus bienes materiales de existencia. Busca constantemente un placer propio e individual que decore su ruptura con el sistema, y se hunde en un consumismo exacerbado que la lleva a comprar y comprar artículos de lujo que en verdad no puede pagar, buscando pertenecer a un círculo social al que no puede entrar, debido a su pertenencia a una clase media pequeño burguesa.
No es su perspectiva llevar adelante una lucha para un colectivo de mujeres ni de explotados, porque simplemente se interesa en su persona individual, en su propio conflicto con el mundo, e ignora completamente el papel del capitalismo en su opresión. Intenta liberarse, y no tiene ninguna base política ni consciencia que la acompañe en su lucha. Ignora al capitalismo, y este se la come: Emma no tiene consciencia de clase. Además, ella intenta liberarse de su lugar impuesto como mujer en la sociedad, no en enfrentar el sistema patriarcal, lo que deviene en una combinación de errores fatales. Tapada hasta la coronilla de deudas, Madame Bovary se suicida, frente a la desesperación generada por no poseer bienes económicos.
El texto en el presente: ¿Liberación individual o colectiva?
Las problemáticas que aparecen y se tensionan en el personaje de Mme Bovary, su salida individual para intentar sobreponerse al lugar reservado a la mujer en la sociedad capitalista y patriarcal de su época, continúan vigentes hoy y signan las vidas de miles de millones de mujeres. Las discusiones estratégicas en torno a las formas de enfrentar el sistema patriarcal que nos oprime implican posicionamientos ante estas mismas problemáticas. Si, como decíamos antes, las obras literarias concentran elementos del pasado, del presente y del futuro, la lectura y el análisis de este provocativo texto pueden resonar en los debates actuales del feminismo."

dimarts, 5 de novembre del 2019 0 comentaris

Emmanuel Carrère:«Soy incapaz de narrar una realidad a la que no pertenezco»

Desprès d'haver llegit 'L' adversari', fragments de l'entrevista d'Andrés Seoane amb motiu de la visita d'Emmanuel Carrère a la Casa Amèrica de Madrid, ens ofereixen una idea de la seva manera d'entendre el món i la literatura.
"Dueño de un estilo sincero y descarnado, teje en sus libros una compleja amalgama de reportaje, crónica y biografía. 
Una rusofilia heredada
Una constante en la obra de Carrère es el mundo ruso, pasión heredad de su madre, la sovietóloga Hélène Carrère d’Encausse, una eminencia de la historia rusa que predijo la caída de la Unión Soviética. En la órbita de este país se adentró el escritor en dos novelas, Una novela rusa (Anagrama, 2007) y Limónov (Anagrama, 2011).
«Hay mucha diferencia psicológica en cómo se abordan los libros cuando el tema lo ha buscado uno o cuando le llega de fuera» . Eso pasó con Vidas ajenas (Anagrama, 2009), el que considero mi mejor libro hasta ahora«. El escritor considera que es la procedencia la que determina la forma de abordar las historias. «Psicológicamente es diferente. En el primer caso, me planteo problemas de índole moral sobre hasta dónde llegar, qué no narrar…, pero en los temas dados, en Vidas ajenas, por ejemplo, ocupé simplemente el lugar que me dieron los protagonistas, escribía sobre personas que me pidieron hacerlo. Limónov es un personaje público al que no tengo que rendirle cuentas, aunque quiera partirme la cara luego».         
Ni traición ni autocensura.
Sin embargo, se hace complejo pensar que una voz como la de Carrère, que destaca por su radical sinceridad y honestidad, por ser cruda y descarnada, muchas veces consigo mismo, esconda elementos de autocensura a la hora de escribir. Y ciertamente no lo hace. Opina el escritor que «hay mucha gente que cree que el reportero de investigación, el periodista o el escritor que intima con un personaje, por ejemplo, un asesino, tendrá con él una relación deshonesta. No estoy de acuerdo«, asegura rotundo. Para Carrère, la clave inviolable de una relación de este tipo, «es marcar los límites desde el principio, ser sincero y enseñar las cartas. Puede generarse cierta ambigüedad, es cierto, porque somos seres humanos. Puedes incluso dudar de su culpabilidad, pero nunca debe faltar la honestidad. Yo considero que nunca he traicionado a mis personajes, pero tampoco he traicionado nunca al lector«.

Resultado de imagen de emmanuel carrereAunque claro, no es lo mismo censurarse al hablar de los demás que de uno mismo, algo que también destaca mucho en las novelas de Carrère, plagadas de partes introspectivas y escritas siempre desde el yo. «Sobre sí mismo uno puede decidir libremente qué cuenta, aunque sea vergonzoso o doloroso, y hasta dónde quiere llegar. Es mucho más complejo dedicándose a escribir sobre otros.

Además de un volumen que recopilaba todas su crónicas periodísticas publicadas entre 1990 y 2015, Conviene tener un sitio adonde ir, la última incursión narrativa de Carrère fue El Reino, un relato ficcionado de los primeros años del cristianismo con San Pablo como protagonista, que se entremezclaba con una crisis de fe narrada en las carnes del propio escritor. Y desde entonces, nada. El propio Carrère ha reconocido en varias ocasiones sufrir un importante bloque creativo en el que ninguna historia aparece en el horizonte. Aunque mientras tanto el escritor no se queda de brazos cruzados. También guionista y realizador de cine, dirigió una película basada en su novela El bigote y fue jurado del Festival de Cannes, Carrère se ha refugiado del síndrome de la página en blanco en el cine. «Ahora mismo estoy metido de lleno en un rodaje. Voy a dirigir una película el invierno que viene, y en estos momentos estoy rodando un documental preparatorio para esta cinta de ficción. Pero como todavía nada es oficial, aún no puedo decir nada», responde esquivo. Y sin embargo, «me gustaría volver a escribir, pero 2019 es un año reservado para el cine».
dimecres, 9 d’octubre del 2019 0 comentaris

L'adversari, d'Emmanuel Carrère

El proper dimecres 16 d'octubre a les 19h llegirem L'adversari d'Emmanuel Carrère, que
ens explica com Jean-Claude Romand, un home integrat en el seu barri, casat i pare de família, després de divuìt anys d’engreixar una bola de mentides a propòsit del que és i de la seva feina, se sent de sobte acorralat i un dia de gener de 1993, just quan està a punt de ser descobert i denunciat,mata la seva dona, els fills, el pare i la mare, s’empassa un grapat de sedants caducats i cala foc a casa seva. Romand té la mala sort de sobreviure i mentre es recupera, es va fent evident als ulls de tothom que la seva vida és totalment falsa. Vint-i-sis anys desprès, el 25 d’abril d’enguany ha assolit la llibertat.
Fragments de l’article de Marc Bassets al Babelia de El País, Una literatura sin verdugos ens pinten una interesant revisió  de la obra i del seu protagonista.
"Un condenado sale en libertad después de cumplir su pena, y resulta que el condenado también es el protagonista de una novela. ¿Es un personaje? ¿O una persona? El efecto es inquietante.
Resultat d'imatges de adversario emmanuel carrereEl Jean-Claude Romand personaje es el protagonista de la obra que consagró a Carrère como un autor central en las letras francesas contemporáneas. El impacto del libro —relato ­real, o novela sin ficción, por decirlo al modo de Javier Cercas— al publicarse, en el año 2000, no se ha diluido. La salida de prisión de Romand es un epílogo a una historia cuyo significado no se agota en una lectura y varía con el tiempo.
El antecedente más citado de El adversario es A sangre fría, de Truman Capote, novela de no ficción — así la llamaba su autor— sobre el asesinato de una familia de granjeros en Kansas. Las diferencias son evidentes.
Capote pretendía ser objetivo, como una cámara fría y omnisciente; Carrère narra en primera persona e implicándose en la historia. Capote pretendía hacer una crónica periodística en la que nada era inventado, pero fabricaba escenas y conversaciones: engañaba; Carrère cuenta lo que sabe y cómo lo sabe: el foco es más limitado —el narrador no lo ve y oye todo—, pero más honesto y verosímil.
Podría argumentarse que el antecedente de El adversario es otro, menos evidente que A sangre fría: El extranjero, de Albert Camus, también la historia —en este caso ficticia— de un asesinato y una condena.
Ambos libros se parecen por su brevedad. También por los abismos existenciales a los que ambos relatos arrojan. Y por los protagonistas: Meur­sault y Romand, dos hombres solitarios, enigmáticos, arrastrados en su vaivén vital por quién sabe qué fuerzas. Uno mató porque hacía calor y el sol pegaba fuerte; el otro, porque un día no se presentó a un examen y esto abrió las compuertas a una catarata de mentiras que desembocó en una matanza.
El adversario y El extranjero se parecen incluso en las fuentes de inspiración. La frase corta y seca de Camus en su novela es la de la novela policiaca norteamericana de los años treinta; el relato periodístico de Carrère bebe del periodismo de revistas como The New Yorker y de Capote.
El adversario puede considerarse El extranjero de nuestra época, y Romand, el equivalente a Meursault. Pero esta época ha terminado. Quizá hoy sería más difícil escribir un libro en el que el narrador concediese al criminal el lugar que Carrère le concede a Romand. No le justifica, ni mucho menos le defiende, pero es su personaje: su héroe demoniaco. Carrère no lo esconde. Es un escritor lo bastante sutil para incluir la crítica en el texto, cuando, durante el juicio a Romand, una periodista le reprocha: “Él debe estar contento, ¿no?, de que vayas a hacer un libro sobre él. Toda su vida ha soñado con eso” ...

dilluns, 30 de setembre del 2019 0 comentaris

literatura francesa

Aquesta propera temporada farem un viatge al nostre país veí : França.

A partir de títols que ens semblen paradigmàtics, explorarem aspectes una mica més 
foscs o desconeguts de la societat francesa.

Lectures del club :

dimecres, 16 d'octubre, a les 19 h. El adversario, d'Emmanuel Carrère
dimecres, 13 de novembre, a les 19 h. Madame Bovary, de Gustave Flaubert
dimecres, 18 de desembre, a les 19h. El Caso Sankara, de Antonio Lozano
dimecres, 15 de gener, a les 19h. La Felicidad de los agros, de Daniel Pennac
dimecres, 12 de febrer, a les 19h. Almas grises, de Philippe Claudel
dimecres, 11 de març, a les 19h. La vida ante sí, de Romain Gary
dimecres, 13 de maig, a les 19h. Recursos inhumans, de Pierre Lemaitre
dimecres, 17 de juny, a les 19h. Asesinatos archivados, de Didier Daeninckx

Cal inscripció prèvia ; hi ha 20 places. Hi ha places lliures. Els llibres es llegeixen entre gener, febrer, març, maig, octubre i novembre de l'any en curs i el següent.

Coordina: Ana Tenllado


Resultat d'imatges de bandera francesa
dimecres, 15 de maig del 2019 0 comentaris

Juan Villoro: "La pulsión colonial no ha abandonado España"

Fragments de l'entrevista amb Infobae Cultura amb motiu del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española a Còrdoba (Mèxic) cel.lebrat enguany, ens serveixen per apropar-nos a Juan Villoro.
"El periodista y escritor mexicano plantea que en España "muchas veces hay un sentido de autoridad de la lengua muy provinciano y muy reductor todavía”. Vestido informalmente, de jean y camisa, puntualiza también desde su elevada estatura: "hoy en día sería más correcto hablar de una lengua hispanoamericana que de una lengua castellana o española", porque "no hay una denominación de origen para la lengua".
(Prensa CILE / Lucas Riquelme)
Villoro sostiene que el lenguaje "utiliza muchas expresiones que son incorrectas" y "se deja influir por prejuicios; es discriminatorio en muchos sentidos". Una de sus limitaciones es, "por supuesto, la preeminencia masculina". Por lo tanto, remarca que el lenguaje inclusivo –un asunto ausente en la programación de la cita cordobesa, pero que se coló en los discursos- "es uno de los grandes temas a discutir".

-¿Cuál es su diagnóstico acerca de la masculinización del lenguaje?
-Hay una absoluta masculinización del lenguaje que tiene que ver con la historia que hemos tenido, que sin duda es una historia heteropatriarcal, y el lenguaje es un instrumento imperfecto. La paradoja es que con este instrumento imperfecto se pueden labrar joyas. Logramos poemas de Sor Juana Inés de la Cruz, de Quevedo, cuentos de Borges, ensayos de Ortega y Gasset. Pero esto no quita que se trata de un instrumento que utiliza muchas expresiones que son incorrectas, se deja influir por prejuicios, es discriminatorio en muchos sentidos. Usamos la palabra 'cafre' por ejemplo para referirnos a alguien que es una persona de conducta no civilizada y se trata de una civilización, la civilización cafre. Hablamos de ensaladas orgánicas como si las demás fueran de plástico. O sea utilizamos muchas expresiones que denotan más bien prejuicios y limitaciones. Y una de las limitaciones es, por supuesto, la preeminencia masculina en la lengua.

-¿Por qué la academia es tan reacia a abrir el debate sobre el lenguaje inclusivo?
-Julio Cortázar decía que el diccionario se debería llamar cementerio, porque era el lugar donde las palabras ya tenían su acta de defunción y era donde iban a morir en la medida en que eran reconocidas demasiado tarde. Y que las palabras vivas solían estar en la calle y entre la gente. Quizá el mejor diccionario que se ha hecho en términos de diccionario para ser leído es el de María Moliner, que es un diccionario de uso, hecho por una persona que por machismo fue rechazada por la Real Academia Española y también por su postura antifranquista. Este diccionario logrado de manera titánica por una sola persona nos da una idea de que el verdadero propietario de la lengua es el pueblo. Es un diccionario pensado para que la gente lo comprenda, lo discuta, incluso lo lea.
La academia suele ir a remolque de todo esto, llega demasiado tarde. Cuando se pone de acuerdo para aceptar una palabra, pues esa palabra ya lleva décadas significando muchas cosas para los hablantes. Entonces creo que la lengua está viva y depende más de la costumbre que de la norma.

-¿Considera que las academias americanas de la lengua y la Real Academia Española se han equiparado o el lenguaje sigue siendo dictado desde España?
-Ha sido una larga lucha. Creo que uno de los grandes logros de la Academia Mexicana de la Lengua fue que se aceptara la palabra 'españolismo' en el diccionario. Es decir, no todo lo que se produce en la metrópoli es correcto. También ahí se distorsiona la lengua con regionalismos que no necesariamente tienen validez en otras partes. Entonces, no hay una denominación de origen para la lengua. Surge en Castilla, pero hoy en día sería más correcto hablar de una lengua hispanoamericana que de una lengua castellana o española, pero todavía falta para esto. Es una lucha y una tensión que están en marcha.

El solo hecho de que el Premio Cervantes por ejemplo se dé un año a un autor español y un año a algunos de los 20 países latinoamericanos, pues, habla de una asimetría de las lenguas. También la mayor parte de la industria editorial está en manos españolas, muchos medios informativos impresos también lo están. Entonces digamos que la pulsión colonial no ha abandonado España; es muy fácil ver que ciertas traducciones españolas no toman en cuenta a un lector que va más allá o que vive más allá de la península ibérica.
Por ejemplo se traduce en España una novela que tiene que ver con el narcotráfico como El poder del perro, de Don Winslow. Aparecen personajes que son agentes de la patrulla migratoria norteamericana, sicarios, capos del narcotráfico, y todos ellos hablan como españoles, con el 'vosotros'. Ahí hay una malinterpretación de la circunstancia cultural muy grande. Es un acto de colonialismo pensar que los personajes pueden hablar con esos términos que no tienen nada que ver con la realidad en donde se están originando. 

-¿Qué opina del perdón que López Obrador reclamó a España por la Conquista?
-El presidente López Obrador ha querido hacer un uso social del perdón que me parece significativo, sobre todo cuando tiene que ver con cosas de su competencia. Él ha pedido perdón a víctimas que han sido secuestradas, por ejemplo en Tierra Blanca, Veracruz, a una activista y escritora muy significativa, que fue secuestrada y torturada, Lydia Cacho. Y me parece muy importante que un Estado pida perdón, porque aunque esto lo haya hecho un gobierno anterior, indica que eso no debe volver a ocurrir. La disculpa te compromete y eso es muy importante. Pero me parece que pedir disculpas por lo que ocurrió hace 500 años y a otro país nos obliga a revisar primero que nada lo que nosotros hemos hecho también. Durante 200 años México ha sido un país independiente que no ha dejado de sojuzgar a los indígenas. 

-¿Cómo afecta el predominio español en la industria editorial a la circulación de la literatura latinoamericana?
-Las editoriales españolas suelen ejercer un criterio de comprar por ejemplo libros para todo el campo del idioma, lo cual no necesariamente quiere decir que los vayan a distribuir ahí. En ocasiones lo que distribuyen es el silencio nada más, porque a un autor de Colombia lo mantienen en Colombia. Si acaso llevan unos cuantos ejemplares a España y en los demás países no necesariamente lo distribuyen. Pero él tiene vedado circular en otras editoriales, porque ya vendió sus derechos para todo el campo. Muchos estamos luchando para terminar con eso, yo he estado apoyando o tratando de publicar en editoriales independientes de distintos países para fomentar pues esta pulverización y proliferación de editoriales de muchos lugares de América Latina.

-¿Considera que hay una suerte de "boom" de las pequeñas editoriales independientes?
-Hay un "boom" de las editoriales porque la producción se ha vuelto mucho más fácil gracias a los procesos digitales y necesitas menos costo de almacenamiento. Pero al mismo tiempo la distribución se ha vuelto muy difícil. Entonces es más fácil editar y más difícil distribuir, es un poco la trampa en la que estamos hoy en día. Porque están cerrando librerías, porque cada vez hay menos espacios para el libro impreso. Ese es el embudo que se está viendo.

-Se mueve con fluidez entre diversos géneros. ¿Alguno de ellos le resulta especialmente cómodo o lo prefiere por alguna razón?
-Cómodo, no, y eso es lo bueno. Si fuera cómodo no tendría chiste, sería muy aburrido. Todas las cosas que valen la pena tienen una dosis de incomodidad, de reto, de desafío. Escribo teatro y a mí siempre me sorprende que los actores más curtidos, con experiencia de muchos años, se ponen nerviosos antes de salir a escena y creo que eso los hace seguir siendo buenos actores. No hay un género que me resulte más fácil, son condiciones distintas de trabajo. Si escribo una crónica la debo entregar muy rápido. En cambio, una novela son años. Entonces son formas distintas de la atención y también de la pasión.

-¿El oficio literario entraña necesariamente una dosis de sufrimiento?
-Siempre, claro. Todo lo que vale la pena requiere esfuerzo, pasa por la frustración y por la cancelación de muchas cosas. Eres tan bueno como las muchas cosas que dejaste de hacer. Los borradores tirados a la basura son el sustento de la versión definitiva.

Per a saber-ne més de Juan Villoro, cliqueu aquí.
dijous, 2 de maig del 2019 0 comentaris

Villoro: "En 'Arrecife' quería tratar sobre el turismo extremo y el miedo"


El proper dimecres 15 de maig a les 19h, llegirem Arrecife, de Juan Villoro. Com a introducció a la obra, us oferim uns fragments d'un article de La Vanguardia:libros.
Juan Villoro ha explicat, en presentar el seu llibre Arrecife que amb ell, volia aprofundir en el tema de les noves formes de turisme extrem,ubicant el seu relat en un complex hoteler imaginari on els clients juguen amb el plaer que provoca la por. Noves formes de turisme extrem en un moment que un dels grans problemes del sector és que sovint s'esgoten les sorpreses i s'han d'anar renovant els llocs per a seguir atraient gent. En l'aparent paradís turístic de la obra, el terror i el perill són omnipresents: "En un país como México, con más de 50.000 muertos en cinco años por la llamada guerra del narcotráfico, cualquier atisbo de violencia es verosímil".

Construïda amb una estructura de thriller, l'autor ha remarcat que també és un relat sobre l'amor, l'amistat i una història de recuperació personal.
Els protagonistes són dos vells amics, el Mario Müller, director de 'La Piràmide' -així s'anomena el ressort -, i el Toni Góngora, que ha perdut part de la memòria a causa de les drogues que va prendre durant la seva joventut.Tot i que Arrecife no tracta directament sobre el narcotràfic, sí n'explora la complexitat del fenomen i en quina mesura la violència devasta un país i crea nous paràmetres de comportaments socials.
A la novel·la, Mario Müller, un nord-americà veterà de la contracultura que va formar part del grup de rock Los Extraditables, ara dirigeix un complex hoteler de capital britànic, on es munten programes d' entreteniment que tenen a veure amb el perill.
Villoro destaca que Müller decideix armar una dramatúrgia on el perill i la violència transformen les persones - que venen a l'hotel provinents d'arreu del món - jugant a ser-ne l'alcalde i el Deu. De sobte, un dia alguna cosa falla i mor una persona, iniciant-se una investigació ...
Villoro pensa que tot plegat, la història pot ser contemplada com a una utopia negativa.


dimecres, 13 de març del 2019 0 comentaris

Laura Restrepo: «El discurso feminista no debe ser excluyente, sino cómplice»


L'entrevista concedida per Laura Restrepo a la secció Cultura del diari 'El Comercio', arran de la publicació de la seva darrera obra, ens dóna una idea del seu tarannà:
"Cuenta Laura Restrepo su historia, la historia de su novela Los Divinos, como si sus personajes fueran seres reales. Los ha creado con tantos matices, con tanto tiempo, recuerdos, rasgos y precisión, que se han salido del libro, pareciendo capaces de caminar y hablar de la vida. Sin olvidar que pese a ser ficción soportan su existencia novelada sobre un hecho real -el rapto, tortura, violación y asesinato de una niña de siete años ocurrido en Colombia-, los protagonistas que integran la pandilla de «impresentables», no cobijan en sus movimientos una novela negra, sino un relato que va mucho más allá de los hechos. «El dilema entre el bien y el mal es el verdadero sostén, el verdadero hilo conductor de la novela», decía la premiada autora de Bogotá.
Laura Restrepo: «El discurso feminista no debe ser excluyente, sino cómplice»Laura Restrepo contó cómo el crimen que da cobertura a su novela -protagonizado por un joven arquitecto que lo tenía todo: belleza, inteligencia, dinero y admiración social- no acabó impune «porque Bogotá salió a la calle y su grito se tuvo en cuenta». Le sirvió a la autora colombiana este hecho para rozar el de 'la manada', que aún mantiene las calles llenas en España -donde ella vive desde hace un tiempo- y recordar que existe algo que se llama «cosificación de la mujer» y una «capacidad asombrosa para crear eufemismos que nos disculpan de lo terrible». Además de un evidente «escenario machista que revela, finalmente, relaciones de poder».
Otro de los grandes temas de su libro, irremediable e imprescindible en sus páginas, la culpa, también estuvo en la presentación, como concepto por el que transitar para describir el presente, para conocer el «caldo de cultivo de los psicópatas. Idea que le hizo reflexionar sobre un hecho latente: el peso de la educación materna en el delito. «Esa madre que no solo disculpa, sino que ante las debilidades del hijo tiende una mano de silencio, permitiendo con su poder satisfacer cuanto él desea».
Los protagonistas  -al margen de la propia Bogotá, que es otro de los sillares- son hombres. El asesino y sus amigos, que tapan el mal, tras un pacto de clase. Pero ayer se habló, sobre todo, de mujeres. Mujer es la víctima. Las víctimas, más allá del libro, de «esa cadena de desprecio que empieza con actos pequeños y acaba desencadenando actos brutales». En cada capítulo de la obra se va «delineando la relación que los varones mantenían con las mujeres de su vida». Las empleadas de la casa, las novias, las esposas, las amantes, las prostitutas. La madre. Cada una de esas relaciones les define y define la situación que, por fin, «está cambiando, que va a cambiar». Pero no, dice la escritora, con «un discurso feminista excluyente, sino con uno feminista y cómplice. Los hombres están empezando a participar y deben hacerlo para que todos avancemos».
Per a saber-ne més de Laura Restrepo, cliqueu aquí.
dimecres, 6 de març del 2019 0 comentaris

Demasiados héroes

El proper dimecres 13 a les 19h, llegirem la novel·la Demasiados héroes, de Laura Restrepo.
Demasiados héroes relata la història de Mateo, un adolescent que creix amb l'absència del pare i li manca memòria que li permeti buscar elements per a posar-li cara a l'home que el va abandonar. Per a aconseguir-ho, recorre als records de la seva mare, la qual cosa li provoca una constant frustració perquè aquests records estan tenyits d'un llenguatge incomprensible per a ell. Cada cop que li pregunta per el seu pare,ella l'explica una història d'herois i el noi no vol saber-ne res d'això. Per a Mateo, els super-herois estan a la play-station o a qualsevol altra pantalla ; del seu pare li cal saber com era l'home de carn i os i, sobretot, on s'hi troba. En un dels paràgrafs, el noi li diu a la mare: "¿Por qué cuando hablas de ese tiempo usas el nosotros?, pareces el diablo en la película El exorcista, no eres tú, eres legión".
Demasiados héroes explica amb detall com funcionava la resistència pacífica, des de les cites clandestines amb "el minut" -així s’anomenava la recerca d’una coartada que justifiqués una reunió de dues o tres persones, per si irrompia la policia-, fins a la dificultat per a dur un exemplar de diari il·legal d’un lloc a un altre de Buenos Aires. "Se ha escrito mucho sobre la lucha armada, pero muy poco sobre la desarmada, más invisible, más paciente e igual de peligrosa. Lo cierto es que había muchos gestos de rebeldía que, por la relación cotidiana con el terror, se escapaban", afegeix. "Pero mi novela la salvó Mateo porque él siempre está preguntando, si hubiera llegado con la historia de Lorenza sobre cómo era la militancia hubieran dicho, ¡qué aburrido! ¡ésta ya me la contaron!".
Resultat d'imatges de demasiados heroesCom en anteriors obres de Laura Restrepo, les pàgines de Demasiados héroes van carregades de tints autobiogràfics. Part de la tasca d'investigació per aquesta novel·la eren coses que Restrepo va conèixer. A ella també li van robar el seu fill i el va poder recuperar. Per a escriure el llibre, li va caldre regressar a Buenos Aires. A l'igual que Lorenza, el personatge, que se'n va a Bogotá quatre anys abans d'acabar la dictadura, ella no va viure el pas a la legalitat de la gent del seu partit. Un altre motiu pel seu retorn va ser trobar els companys de militància, els quals només coneixia pels seus “noms de guerra”. No tenia ni una adreça, ni un telèfon, i el retrobament es va dur a terme en un acte públic amb ocasió de la presentació d'una de les seves novel·les. "Estaba en el escenario y el moderador me pasó un papelito que decía: '¿Mariana (ése era mi nombre de guerra), tienes un momento para tomar un café con tus viejos compañeros?'.En ese momento se me paró el corazón”.
Ara, amb la distància que permet haver sobreviscut la dictadura argentina, alguns anys de franquisme i mil aventures a Colòmbia amb la guerrilla pel mig i amenaces de mort, Restrepo reconeix que les dictadures acaben per contaminar-ho tot, i el seu llegat pot impregnar vàries generacions.
I en aquest sentit, el fet que a la novel·la, el pare rapti el seu fill, reprodueix el que la dictadura feia amb les persones encara que amb d'altres intencions ; la mateixa parella acaben esdevenint enemics un de l'altre. Com diu l’autora: "en esa lucha interna, se reproducen los mecanismos que la dictadura usaba para reprimir. Empezando por lo que en ese tiempo se denominaba nombre de guerra, el que debían usar los militantes en la clandestinidad para evitar caídas masivas. Lorenza era Aurelia y Ramón era Forcás, pero cuando el niño se entera del apodo del padre, dice: 'Qué buen nombre, pero para un perro".
Demasiados héroes està contada com si fos una novel·la d'aventures. Restrepo va recórrer al diàleg per a narrar el drama interior dels tres personatges entorn els quals transcorre el relat: "Un 90% del texto se lee como un diálogo. Era la mejor manera de romper el lenguaje estereotipado de las novelas de acción política, esas que también encajan dentro de un cierto patrón, con tintes más o menos heroicos. Como escritora, el diálogo me permitía contar una vieja historia de forma nueva, con el lenguaje que te proporciona una conversación de todos los días y una conversación que pretende no ser formal".
Text basat en: Castilla, A. 'Amor y militancia' dins: Babelia (El País, 18 de julio de 2009)

dijous, 14 de febrer del 2019 0 comentaris

Mario Vargas Llosa

Prenem fragments de l'article commemoratiu de l'atorgament del Premi Nobel per a tenir una aproximació a la seva figura:
"Jorge Mario Pedro Vargas Llosa nació el 28 de marzo de 1936 en la ciudad de Arequipa (Perú). Estudia la primaria hasta el cuarto año en el Colegio La Salle de Cochabamba en Bolivia. En 1945 su familia vuelve al Perú y se instala en la ciudad de Piura. En 1953 ingresa en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Lima, donde estudia Letras y Derecho. Su opción no fue aceptada por su padre, por lo que fue una etapa sumamente difícil.

En 1959 parte rumbo a España gracias a la beca de estudios "Javier Prado" para hacer un doctorado en la Universidad Complutense de Madrid; así, obtiene el título de Doctor en Filosofía y Letras. Un año después se instala en París.Al principio su vida en la ciudad de la luz transcurre entre la escasez y la angustia por sobrevivir, por lo que acepta trabajos que, o bien lo mantenían en contacto con su idioma a través de la enseñanza (fue profesor de español en la Escuela Berlitz), o le permitían trabar amistades literarias, como cuando fue locutor en la ORTF francesa o periodista en la sección española de France Presse. Los esfuerzos por llevar a cabo su vocación literaria dan su primer fruto cuando su primera publicación, un conjunto de cuentos publicados en 1959 que, bajo el titulo Los jefes, le otorga el premio Leopoldo Arias. Anteriormente había escrito una obra de teatro, el drama La huída del Inca.

En 1964 regresa al Perú y realiza su segundo viaje a la selva donde recoge material sobre el Amazonas y sus habitantes. Viaja a La Habana en 1965, donde forma parte del jurado de los Premios Casa de las Américas y del Consejo de Redacción de la revista Casa de las Américas; hasta que el caso Padilla marca su distanciamiento definitivo de la revolución cubana en 1971. En 1965 se casa con Patricia Llosa. De la unión nacen álvaro (1966), Gonzalo (1967) y Morgana (1974). En 1967 trabaja como traductor para la UNESCO en Grecia, junto a Julio Cortázar; hasta 1974 su vida y la de su familia transcurre en Europa, residiendo alternadamente en París, Londres y Barcelona.

De vuelta en Perú, su trayectoria sigue siendo fructífera. En 1981 fue conductor del programa televisivo La Torre de Babel, transmitido por Panamericana Televisión; en 1983, como expreso pedido del presidente Fernando Belaúnde Terry, preside la Comisión Investigadora del caso Uchuraccay para averiguar sobre el asesinato de ocho periodistas. En el año 87 se perfila como líder político al mando del Movimiento Libertad, que se opone a la estatización de la banca que proponía el entonces presidente de la República Alan García Pérez. El 1990 participa como candidato a la presidencia de la República por el Frente Democrático-FREDEMO. Luego de dos peleados procesos electorales (primera y segunda vuelta), pierde las elecciones y regresa a Londres, donde retoma su actividad literaria. En marzo de 1993 obtiene la nacionalidad española, sin renunciar a la nacionalidad peruana.

Premios y distinciones
Son múltiples los méritos y reconocimientos que han acompañado la obra de Mario Vargas Llosa., culminando su carrera con el Premio Nobel de Literatura, en 2010.

Asimismo, ha sido Profesor Visitante o Escritor Residente en varias universidades alrededor del mundo.

En la actualidad colabora en el diario El País (Madrid, España, Serie Piedra de toque) y con la revista cultural mensual Letras Libres (México D.F., México, Serie Extemporáneos)".

Per a saber-ne més de Mario Vargas LLosa, cliqueu aquí.

dimecres, 6 de febrer del 2019 0 comentaris

Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa

El proper dimecres 13 de febrer, a les 19h comentarem Travesuras de la niña mala de Mario Vargas Llosa. Fragments del comentari de José Miguel Oviedo per a la revista literària Letras Libres ens serveixen perfectament com a introducció:
Es la primera novela de Vargas Llosa donde lo amoroso y sentimental es el foco central de la acción ; todo gira alrededor de una historia: la de los amores de Ricardo y Otilia (Lily), la llamada “niña mala”.
No es ésta la única novedad ni la más importante. Las novelas de Vargas Llosa suelen ser montajes de múltiples historias, con patrón principal binario: dos historias que primero corren paralelas pero luego convergen y se intersectan.  La total ausencia del indicado patrón introduce un cambio sustancial y un reajuste en el modo habitual como su mundo ficticio se presenta ante el lector:  ahora tenemos una historia que se mueve en un único plano lineal y siguiendo estrictamente un curso cronológico, que comienza en los años cincuenta y termina ya cerca del presente.
Los saltos temporales han sido reemplazados por los continuos cambios de ambiente geográfico. Siguiendo el designio del autor, cada capítulo ocurre en una ciudad distinta: Lima, París, Londres, Tokio, Madrid. Sin embargo, es cierto que las dos primeras capitales reaparecen más de una vez y que el indudable centro de todo es París, al punto de que la obra puede considerarse un homenaje a ella. París y el resto, cumplen así una clara función de co-protagonistas.  El perfil propio que cada ciudad otorga a lo que allí ocurre da un carácter singular a cada uno de los capítulos: son como cápsulas que contienen la clave del desarrollo de la novela y del destino de sus protagonistas.
Otra consecuencia importante de ese diseño es que, siendo las cuitas amorosas de la pareja el asunto dominante o único en la composición narrativa, ésta depende, exclusivamente, de que su contextura y su evolución psicológicas tengan plena verosimilitud y lógica, aunque sus aventuras (o desventuras) sean disparatadas; es, sin duda, una novela de personajes y no de acción.
Esta especie de “educación sentimental” comienza de modo promisorio: estamos en el Miraflores de 1950 (una época y un territorio varias veces explorados por el autor), en medio de un verano que el adolescente Ricardo Somocurcio, en la primera línea de la novela, califica de “fabuloso”.
Llega la orquesta de Pérez Prado, el mambo se convierte en la moda del momento, pero sobre todo aparecen “las chilenitas”, un par de hermanas llamadas Lily y Lucy que, con su gracioso acento y sus costumbres más liberales, causan sensación entre los muchachos del barrio.
Muy poco después, Ricardo y Lily comienzan una historia de amor que, en vez de durar lo que duran los amores a esa edad, se convertirá, al menos para él, el “niño bueno”, en el amor u obsesión de toda su vida por ella (sólo comparable a la fascinación que él siente por París), la “niña mala”. En el mismo capítulo inicial tenemos la primera sorpresa: la presunta “chilenita” en verdad no lo es, pero el misterio de su identidad se mantendrá casi hasta el final.
El relato presenta un caso característico de amor imposible (pese a un matrimonio de conveniencia) o desdichado por la enorme diferencia que hay entre los sentimientos y las aspiraciones de los dos, lo que está bien señalado por esos apelativos de “niña mala” y “niño bueno” que ellos mismos se aplican. Pero tales designaciones apuntan también a estereotipos que los esquematizan, los adelgazan o trivializan; están tratados como superficies planas, sin mucho volumen o densidad: sentimos su artificio, algo folletinesco, no su realidad. Afortunadamente, hay un notorio salto cualitativo a partir del capítulo cinco (“El niño sin voz”), cuando la vida de ella toma un dramático giro, que la redime de su propia frivolidad y de sus calculadas manipulaciones, lo que produce en él reacciones cuyo fondo humano va más allá de su simple empecinamiento en seguir amando “como un becerro” a una mujer que no lo ama, ni lo respeta ni le interesa.
En verdad, ella ha sido, hasta ese momento, un paradigma del egoísmo y sobre todo del arribismo, cuya causa sólo nos será revelada en ese último tramo, junto con otras grandes sorpresas que animan el texto.
De paso, hay que observar otra novedad dentro del universo ficcional de Vargas Llosa: la “niña mala” significa una clara inversión del código machista dentro del mundo social que retratan sus novelas, pues vemos a un hombre completamente sometido a la voluntad de una mujer.
Los personajes secundarios y sus conflictos laterales –por ejemplo, el niño mudo, sus padres adoptivos, la simpática Marcella del último capítulo– son mucho más interesantes que todos los anteriores.
El final es conmovedor: cuatro décadas después, muy cerca ya de la muerte, ella hace su único acto generoso con su amante y luego le propone, sabiendo que en su vida él sólo fue un intérprete y traductor: “Ahora que te vas a quedar solo, confiesa que te he dado tema para una novela”. Al volverse más reales, el tono liviano y juguetón de comedia sentimental adquiere tintes trágicos.
Dejo de lado otras cuestiones de interés, como el tratamiento de lo sexual y del amor en la edad madura (asunto análogo al que encontramos en El amor en los tiempos del cólera, de García Márquez); el de asumir la vida como ficción, una tentación de realizar algo imposible que el autor examinó en su reciente ensayo sobre Victor Hugo; el lenguaje cronístico o de testimonio autobiográfico –con varios personajes reales– que se mezcla con el novelístico en las minuciosas descripciones de los escenarios o del trasfondo político. Pero sí consideraré las consecuencias estilísticas del último punto: la visible abundancia de frases-cliché como “me dejó hecho una noche por muchos días”, “se dedicó a mí en cuerpo y alma”, “ya se habría mandado mudar con la música a otra parte”; “se me quedó mirando con una carita de mosquita muerta”.
La obra está narrada en primera persona. Sus escenarios son Lima, París, Londres y Madrid. Esto nos pone en la tesitura de pensar que Mario Vargas Llosa juega con lo autobiográfico. Todo el mundo sabe de su estadía en París. También en Londres. El que narra, Ricardo Somocurcio, podría responder como dicen que hizo Flaubert con su Madame Bovary: “la chilenita soy yo” (en referencia a la protagonista de la novela). ¿No había afirmado en La orgía perpetua Vargas Llosa que sólo se puede inventar historias a partir de historias personales?
Esto por un lado. Por otro, en Travesuras de la niña mala convergen cuatro conceptos que Mario Vargas Llosa subraya como capitales en la obra de Gustave Flaubert: violencia, rebeldía, sexo y melodrama.
Podría agregarse también que a la novela no le faltan los ingredientes políticos e históricos. Un cierto aire de desilusión generacional, a la manera en que Balzac y Flaubert trataron este tema. Pero para mí esta historia es fundamentalmente la de una heroína operística. Su condimento melodramático nos remite a un personaje que bien podrían haber dibujado Victor Hugo o Zola. Y en este contexto narrativo, el autor peruano insufla a su figura central esa naturaleza decimonónica de heroína arribista. En la construcción de esta protagonista, Vargas Llosa puso toda su sabiduría ficcional.
La ambición de la niña mala, su necesidad de escala social se va fraguando con la misma hechura de una personalidad enormemente magnética. Sus patológicas relaciones con algunos hombres, sus renuncios éticos, no disimulan ante Ricardo su afán de redención mediante el ambiguo y casi indescifrable amor que le profesa. Mario Vargas Llosa ha creado con esta mujer un personaje de galería. Le ha insuflado toda la soledad posible y toda la difícil rebeldía para hacerla un ser humano verdadero, además de verdaderamente novelístico. No es casual que la novela termine en Sète, el lugar desde donde Paul Valéry escribió “El cementerio marino”. Travesuras de la niña mala está escrita con el mismo rigor formal y estilístico que el poeta francés exigía para sus libros. Esa precisión quirúrgica que exigen los retratos humanos más audaces y huidizos.

dimecres, 16 de gener del 2019 0 comentaris

Leonardo Padura

Leonardo Padura a casa seva, a La Havana
A propòsit de Padura, pensem que fragments de l'entrevista que va concedir a la secció Gentleman del diari El Confidencial,arran del del V Congreso Internacional de Arquitectura y Sociedad (Pamplona), on va ser un dels convidats estrella, ens donen una bona perspectiva del seu punt de vista sobre l'escriptura i sobre la vida.


 Leonardo de la Caridad Padura…
Sí, lo de Caridad es porque mis padres eran devotos de la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba, y yo fui su primer hijo. En Cuba, Caridad es nombre masculino.

En este contexto de estudios sobre ciudades que ha venido a inaugurar, describa La Habana, donde usted nació, un lugar diferente a cualquier otro y omnipresente en su obra…

Alejo Carpentier dijo que La Habana era una ciudad que tenía la belleza y el estilo de las cosas que no tienen estilo. Es una ciudad completamente ecléctica, con un nivel grande de deterioro físico y espiritual, y hoy una parte de esa belleza de La Habana está oculta bajo muchas capas de churre, polvo y desidia.

Estudió Literatura Latinoamericana. ¿Qué descubrimientos autorales ha hecho en los últimos tiempos tanto allí como a este lado del Atlántico?
Siempre descubro escritores, porque uno no lee solo a los autores que conoce y ama –lo que no deja de ser un proceso gratificante pero rutinario en la lectura, y mucho más en la escritura–, pero la verdad es que nada me ha conmovido demasiado como propuesta nueva en los últimos años.

Ensayista, escritor, periodista, guionista, novelista… ¿Qué porcentaje hay de cada en Leonardo de la Caridad Padura?
Soy cien por cien cada una de esas cosas y haciendo cada una de esas actividades, aunque a mí lo que me gusta es escribir novelas. Pero el periodismo fue la profesión de la que viví durante 15 años.

Es usted uno de los grandes de la novela policial latinoamericana, con títulos como ‘Pasado perfecto’, ‘Vientos de cuaresma’, ‘La cola de la serpiente’ o ‘Adiós, Hemingway’. Ha sido traducido a muchos idiomas y tiene 24 premios en su haber. ¿Cuál aprecia especialmente?
Hace varios años me dieron el premio Puerta de Espejos, que otorgaba la Biblioteca Nacional de La Habana. Es un premio que dan los lectores a través del número de veces que piden el libro de un autor determinado, y durante varios años los míos habían sido los más solicitados en esa biblioteca.

¿Cómo está la isla desde que llegó Donald Trump? ¿Se ha parado la máquina transformadora del país?
No, 'Tromp' (así suena con acento cubano) no ha tenido la culpa de nada, porque la máquina transformadora de la isla es más lenta desde hace mucho tiempo. Lo que se ha notado con él, además de la retórica, que ha vuelto a tener los niveles habituales de agresividad, ha sido que ha disminuido el número de americanos que llegan a la isla y el de cubanos que van a Estados Unidos.

¿Pero en qué ha cambiado la sociedad cubana –que usted tan bien describe en su obra– en los últimos 20 años?
Aparentemente en Cuba no cambia nada, lo que pasa es que las connotaciones de los cambios dependen de cómo afecten a cada persona. Antes los cubanos no podían viajar al extranjero, no podían tener celular… Ahora los jóvenes cubanos, bien que con mucha dificultad, hasta están en Facebook.

España está muy presente en su última novela. ¿Qué ciudad le resulta más vivible a alguien como usted: Madrid, que visita con mucha frecuencia, o La Habana, independientemente de sus obvias y enormes diferencias?
Madrid me encanta, pero los códigos de Madrid y la forma de vivir allí no son comparables a los de La Habana. Es como comparar un cohete con un destornillador.

¿En qué ciudad viviría que no fuera La Habana?
Cayo Hueso. Estás en el Caribe, en los Estados Unidos, pero fuera de Estados Unidos. Es un lugar donde se respira libertad. Puedes andar desnudo si te apetece, y la gente ni te mira. Las gallinas cruzan la calle y los automóviles se detienen para dejarlas pasar.

¿Hasta qué punto es importante el papel de la ciudad en su obra?
Es un personaje más de mis novelas, no solo en el ámbito físico, también en el espiritual. Por eso tiene categoría de personaje.

¿Cuál es su rincón favorito de La Habana?
Sin duda, mi casa, el lugar donde nací y donde he vivido mis 62 años, y que es por tanto un enorme almacén de recuerdos y de libros.

¿Y fuera de casa?
En la playa. La playa del Caribe es una experiencia inigualable. No hay nada como eso.

¿Su rincón favorito del mundo?
Creta nos encanta a mi esposa y a mi. Lombardía, La Toscana. Y en Andalucía me siento como en casa. Los andaluces hablan por los codos y los cubanos por los codos y las rodillas. Por eso me encuentro en mi ambiente.

¿En qué estado ve la novela policiaca en estos tiempos que vivimos?
Creo que está pasando por uno de sus mejores momentos, porque es cada vez menos policiaca y cada vez más novela, y eso hace que tenga grandes niveles de penetración social. Este es un proceso que comenzó hace 30 años con autores como Vázquez Montalbán o Rubén Fonseca, y nosotros somos beneficiarios de la ruptura que lograron esos escritores, que por lo general pertenecían a la periferia.


dilluns, 7 de gener del 2019 0 comentaris

La neblina del ayer, de Leonardo Padura


El proper dimecres 16 de gener, a les 18h, llegirem La neblina del ayer, de Leonardo Padura. 

La sèrie de Mario Conde está composta per vuit novel·les, La neblina del ayer n'és la sisena i transcorre l’any 2003, 14 anys després de les primeres quatre.
En aquesta entrega, Mario Conde ha deixat la Policia i treballa com a venedor de llibres usats, doncs és un enamorat de la literatura. Entra a una casa a preguntar si tenen llibres en venda i els amos, dos germans – un home i una dona grans - li diuen que si. Conde gairebé embogeix quan hi troba una biblioteca que té llibres que ara són caríssims. S’enduu uns quants, els que pot pagar en aquell moment, i queda en tornar amb el seu soci per a comprar-ne més.D’entre els llibres que s’emporta hi ha un vell receptari de cuina cubana de principis del segle XX molt conegut i buscat. En fullejar el receptari, cau de les seves pàgines un retall d’un diari anterior a la Revolució, que hi porta més de 40 anys dintre del llibre. És la notícia que una cantant de boleros anomenada Violeta del Rio, coneguda com La Dama de la Nit, renunciava a la seva carrera just en el cim de la seva popularitat.
Amant de les causes perdudes i trasbalsat per la bellesa de la cantant, que ni tan sols coneixia, s’hi posa a investigar qui era, si encara viu, per què va renunciar a la seva carrera i per què hi era aquell retall a la biblioteca.
El Conde visita a vells periodistes d’aquells anys, a especialistes en música cubana, fins i tot aconsegueix l’únic senzill que va gravar la cantant – de la veu de la qual també s’enamora – i a poc a poc va muntant el trencaclosques d’un cas complex i truculent que va succeir més de quatre dècades enrere.
Edició cubana
Per a complicar encara més les coses, apareix mort un dels propietaris de la biblioteca i els principals sospitosos són Mario conde i el seu soci, llavors per una banda ha de resoldre el cas que l’obsessiona i per una altra el recent assassinat, per a demostrar la seva innocència.
La novel·la està dividida en dues parts: «Lado A: Vete de mí», i «Lado B: Me recordarás», que són dos coneguts boleros cubans i també les dues úniques cançons interpretades per Violeta del Río en el seu únic senzill.

Lectura molt recomanable, es gaudeix doblement tant per la trama impecable com pel panorama cultural cubà que Padura ens presenta : bibliogràfic, musical i literari ; així com les seves reflexions a propòsit de les estratègies per (sobre)viure que fan servir la gent, en el dia a dia de la illa.