De viatge amb el T-10 de la Bòbila

T-10 és el club de lectura de la Biblioteca la Bòbila que us ofereix plaer i coneixement a partir d'un viatge literari organitzat en deu etapes. L’itinerari del “Club de lectura T-10” combina lectures, tertúlies, còmics, butlletins, xerrades o pel·lícules. És una proposta de 10 excursions lectores, 10 mirades diferents del lloc.

Després dels viatges literaris que hem fet a la ciutat de Nova York, a l'Europa Central, també anomenada Mitteleuropa i a Rússia, al peculiar humor anglès; o a les illes literàries, ens dirigim a la frontera i saltem a banda i banda..., entrem en el cor de la família, a la novel·la llatinoamericana actual, a la part fosca de França a la ciència-ficció,Infància i l'adolescència. I ara, Al marge: la mirada de l'outsider. Ens acompanyes?

dilluns, 5 de novembre del 2012

Robert Musil, propera parada

El proper dimecres, 21 de novembre de 2012, a les 7 de la tarda tindrà lloc el quart viatge del Club de lectura T-10 a Mitteleuropa: la tertúlia al voltant del llibre Les tribulacions del jove Törless de Robert Musil.

Fa anys el diari El País va publicar la col·lecció 'Clásicos del Siglo XX' i el jove Törless va ser el protagonista de la segona entrega. L'article que, en aquell moment, va escriure el periodista Lluís Bassets us pot servir per complementar i contextualitzar millor la vostra lectura. És llarg però val la pena, porta per títol Kakania y su artista adolescente i diu així:

"Las tribulaciones del joven Törless es la primera y más popular novela de Robert Musil, escrita muy tempranamente, cuando contaba con apenas 25 años. Historia iniciática, de formación, o Bildungsroman en la acepción germánica, versa sobre los pocos meses en los que se desarrollan los intensos descubrimientos y experiencias de maduración adolescente del protagonista, trasunto inocultable de las experiencias vitales del propio autor, en el escenario cerrado y de atmósfera opresiva de una escuela militar donde se forma la élite del Imperio Austro-Húngaro.

A diferencia de las novelas de colegio prototípicas, en ésta apenas cuentan la jerarquía, la disciplina y las normas con frecuencia absurdas de una organización docente. Es la vida interior del joven Törless y sus relaciones con un pequeño grupo de condiscípulos lo que constituye el meollo de la narración. Todo lo que le rodea conforma, en cambio, un mundo estilizado, con un peso más simbólico que referencial. El colegio se halla en una región indeterminada, lejos de la gran ciudad, en el camino ferroviario que conduce a Rusia. Hay una pequeña aldea, una casa de mala reputación perdida en un rincón entre el colegio y el pueblo, y el viejo edificio académico, con un oculto desván donde se reúnen los adolescentes para librarse a sus conspiraciones y prácticas secretas. Pero en realidad es una novela de interiores, de los negros interiores psicológicos de un joven de principios del siglo XX.

El tiempo y el lugar de los hechos podrían no importar, pero se trata de la Austria-Hungría imperial y real, bautizada años más tarde por Musil como Kakania, en lo que sería su obra cumbre, la monumental novela inacabada El hombre sin atributos. Su traductor español, José María Sáenz, sintetiza así su significado en una nota al pie en el capítulo del mismo nombre de dicha narración: "Las siglas iniciales empleadas en el Imperio Austro-Húngaro eran: kk (pronunciación: kaka, abreviatura de kaiserlich königlich, igual a imperial-real); o kuk (pronunciación: ka und ka, abreviatura de kaiserlich und königlich, igual a imperial y real)".

La historia empieza en una estación perdida en la llanura centroeuropea, adonde llega el chico acompañado por sus padres, de los que va a separarse por primera vez, y termina en el mismo sitio cuando sus progenitores le sacan del colegio como consecuencia de un escándalo escolar. La frase con que finaliza la narración sintetiza, como suele ocurrir en los buenos arranques de novela, la esencia de lo que acaba de transcurrir: "Y Törless absorbió el aroma, ligeramente perfumado, que exhalaba el corpiño de su madre".

Los hechos narrados son de una enorme sencillez: un robo, un chantaje, un pequeño y lamentable incidente de iniciación homosexual entre alumnos y el escándalo que estalla. Los protagonistas, una pequeña banda de escolares que se inician en la crueldad, la dominación, el sexo e incluso el sadismo. El talento de Musil, que explora los más recónditos recovecos del alma del muchacho y los describe con precisión propia de diario íntimo, convierte estos hechos vulgares en un dramático combate por el conocimiento de sí mismo, un análisis de la experiencia del mal moral y, finalmente, una excelente metáfora de la vida y de la sociedad.

Según Claudio Magris, "Musil ha advertido los males que corroían aquella sociedad, las amenazantes fuerzas irracionales que empollaban bajo la áulica respetabilidad". Sus personajes, asegura el escritor triestino, "están como envueltos en una luz espectral, la luz de la Kakania agonizante; y es este incierto preanuncio del final que pesa sobre ellos lo que descompone y conmueve febrilmente sus vidas". Se diría, extremando las cosas, que algo hay de premonición respecto a los males incubados por la sociedad europea de principios de siglo, que se desatarán unas décadas después en las dos guerras mundiales y en los horrores de los totalitarismos. A fin de cuentas, la capital de la Kakania feliz, la Viena de principios del siglo XX donde escribía Musil o pintaba el vagabundo Adolf Hitler, fue una brillante retorta intelectual y moral en la que se cocían las mejores y peores ideas que estallarían entre las dos guerras y vivía entonces el momento más fructífero y deslumbrante de su historia.


 Las tribulaciones del joven Törless es, en este sentido, una prefiguración e incluso un avance muy prematuro del friso psicológico y social espectacular que constituirá El hombre sin atributos, organizado a partir de las dualidades que rigen la existencia del joven aprendiz de la vida en la sociedad dual de la Kakania dual. El descubrimiento de estas dualidades y de la secreta puerta, quizás la voluptuosidad, que permite comunicarlas, es el rito iniciático en el que se introduce sin saberlo el muchacho. De una parte, la vida luminosa y transparente de la familia; de la otra, la experiencia vergonzosa pero atractiva de las relaciones oscuras y degradantes entre los alumnos, con el secreto temor que alimenta al adolescente respecto a sus padres: "Ellos también lo hacen". La claridad cotidiana y las oscuridades del alma. Las ciencias exactas y los ambiguos sentimientos morales. La realidad solar de los acontecimientos exteriores y el secreto sombrío del yo íntimo. La nobleza de la mente y la materialidad casi animal del cuerpo.

Estas dualidades pertenecen también a la vida del escritor, que estudió ingeniería primero y psicología después, demostrando en toda su obra una auténtica maestría en el análisis psicológico de sus personajes. El joven Törless es una novela de intenso contenido literario, de iniciación estética, intelectual y sensual, pero también de fracaso de la escritura. La confrontación con la belleza, con la comprensión del mundo y con los propios sentidos es el impulso central de Törless, que pugna con escaso éxito por expresar en palabras el manojo de fenómenos que atribulan su mente. Leída como pieza inicial e inciática de Musil, es una maravilla. Pero todavía es mejor como aperitivo o introito adolescente de El hombre sin atributos, cuyo protagonista es un Törless que ahora se llama Ulrich, y que, como él, hombre prototípico del siglo XX, carece de propiedades y de carácter, y a nada está apegado si no es finalmente a una oscura fuerza vital que le transporta."

Lluis Bassets, 
El País, 13 de desembre de 2003. 

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