"Esta novela nos muestra a Martínez de Pisón convertido ya en un maestro". Con esas palabras saludaba J. M. Posuelo Yvancos en 2014 la llegada a librerías de La buena reputación (Seix Barral), desde las páginas de El Cultural. Y vaya si iba bien encaminado el juicio del crítico, porque con esa misma obra se alzó el escritor maño con el Premio Nacional de Narrativa 2015 ...
Lo cierto es que Martínez de Pisón está absolutamente convencido de la normalidad de su trabajo, sin poses de intelectual trasnochado ni excentricidades de ningún tipo, y así encara su escritura. Como si el discreto oficio de un orfebre de la palabra de clase media se tratara. Y aunque no suele nutrir sus novelas con material autobiográfico directo -el personaje del abuelo fascista de Los dientes de leche (2008) se inspira, en su abuelo real, que más bien era carlista y que murió en 1975, un lustro después del padre del escritor, dos pérdidas que lo marcaron en su infancia y adolescencia-, sí cree y reconoce que "las claves sentimentales" lo son todo para un novelista. Y a partir de ellas, de los recuerdos y las experiencias genuinas, se inventa, se mezclan y distorsionan las coordenadas de una nueva historia que es pura ficción. De allí que se defina en esa encrucijada como escritor: "Somos producto de nuestra época y ahí entramos en conflicto con lo que nos rodea" (...) Licenciado en Filología hispánica en Zaragoza y en Filología italiana en Barcelona, ciudad en la que reside desde 1982. Su obra ha sido traducida al francés, italiano, euskera y portugués.
Entre los títulos que ha publicado destacan 'María Bonita' (2000, Premio Pedro Saputo de las Letras Aragonesas en lengua castellana); 'Enterrar a los muertos' (2006, Premio Rodolfo Walsh a la mejor obra de no ficción policíaca, Premio Dulce Chacón); o 'Dientes de leche '(2009, Premio Arzobispo Juan de San Clemente)."
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