De viatge amb el T-10 de la Bòbila

T-10 és el club de lectura de la Biblioteca la Bòbila que us ofereix plaer i coneixement a partir d'un viatge literari organitzat en deu etapes. L’itinerari del “Club de lectura T-10” combina lectures, tertúlies, còmics, butlletins, xerrades o pel·lícules. És una proposta de 10 excursions lectores, 10 mirades diferents del lloc.

Després dels viatges literaris que hem fet a la ciutat de Nova York, a l'Europa Central, també anomenada Mitteleuropa i a Rússia, al peculiar humor anglès; o a les illes literàries, ens dirigim a la frontera i saltem a banda i banda..., entrem en el cor de la família, a la novel·la llatinoamericana actual, a la part fosca de França a la ciència-ficció,Infància i l'adolescència. I ara, Al marge: la mirada de l'outsider. Ens acompanyes?

divendres, 25 de novembre del 2022 0 comentaris


NO HAY BESTIA TAN FEROZ

 
No hay bestia tan feroz, publicada por primera vez en 1973, supuso el debut literario de Edward Bunker, singular escritor norteamericano tan afamado por sus obras como por su poco común biografía. Inspirándose en el conocimiento del ambiente criminal de Los Ángeles que su propia experiencia le procuró, Bunker describe en esta novela la vida de Max Dembo, un ex-convicto en libertad vigilada después de ocho años en prisión. Su voluntad de llevar una existencia honesta, y de no volver a vivir entre rejas, chocará con un sinfín de obstáculos y se verá finalmente frustrada cuando, cansado y cargado de rencor, decida volver a la seguridad que ofrece, paradójicamente, el mundo del crimen. Sin romanticismo ni artificios, cruda y auténtica, No hay bestia tan feroz relata la rabiosa lucha por la supervivencia de un hombre acosado por los más inamovibles prejuicios sociales. 

Edward Bunker (Los Ángeles, 1933-Burbank, 2005) fue escritor, guionista y actor ocasional. Criado en hogares de acogida y reformatorios desde que sus padres se divorciaran cuando tenía cuatro años, pasó gran parte de su vida entrando y saliendo de prisión, donde se convirtió en un lector voraz y en el cronista ideal de los bajos fondos y la mala vida de Los Ángeles.  Acumuló condenas por atraco a mano armada, tráfico de drogas y extorsión, llegando a figurar en la lista de los diez fugitivos más buscados del F.B.I. Interpretó a Mr. Blue en la mítica película Reservoir Dogs (1992) de Quentin Tarantino, asesoró a Michael Mann en Heat (1995) y obtuvo una candidatura a los Oscar por su guión de El tren del infierno (1985) de Andréi Konchalovski. Considerado, con razón, un autor de culto, su obra cumbre  es, sin duda,  
No hay bestia tan feroz con la que debutó y que se convirtió rápidamente en una de las mayores referencias en literatura criminal norteamericana. ¡Imprescindible!



 

 




dilluns, 7 de novembre del 2022 0 comentaris

 

LA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO

Colin Smith es un joven de clase obrera que vive en un barrio de Nottingham con su madre viuda, el amante de esta y sus tres hermanos pequeños. Su vida no es ejemplar, pero lo será aún menos cuando robe una panadería y acabe en un reformatorio. Una vez allí, se aficiona (o sería mejor decir que lo aficionan) a correr y, gracias a sus cualidades como atleta, obtiene unos privilegios que no desea para sí. Hasta que finalmente tendrá que elegir entre el éxito como héroe deportivo y la soledad del corredor de fondo. 
A finales de los años cincuenta y principios de los sesenta el desencanto y la desolación invadieron a la clase obrera de Inglaterra. Ese ambiente de desesperación en la que las clases ¿medias? con televisor se vieron abocadas a la pobreza (y aún no habían llegado los ochenta con la Thatcher) fue captado por escritores como Allan Sillitoe en obras como Sábado por la noche, domingo por la mañana y La soledad del corredor de fondo. En todos los relatos contenidos en este volumen se percibe la profunda ira que domina a los habitantes de las ciudades industriales, abocadas a la pobreza y a la desesperación. Una realidad que sigue hoy igual de vigente que hace más de medio siglo...

Sillitoe formó parte, muy a su pesar, de la generación británica de "Angry Young Men" (Jóvenes airados).  Más que un movimiento organizado, la expresión “jóvenes airados” fue la etiqueta puesta a un grupo de escritores y, con matices, cineastas, que surgieron a mediados de los años 50 en Inglaterra. La aceptación de esa etiqueta por algunos de ellos fue más bien tácita, mientras que otros (entre los que se encuentra Sillitoe) la rechazaron explícitamente.
En el plano literario, estos autores volvieron al realismo tradicional (o social), alejado  de innovaciones y modernismos. Lograron éxito comercial, pero la crítica y los escritores de generaciones anteriores los despreciaron sin piedad. Somerset Maugham los calificó de “escoria”. Cabe decir que muchas de las obras producidas dentro de este movimiento son medianas, y gran parte de su interés radica en que intentaron reflejar sin maquillaje de ningún tipo la triste realidad que se respiraba en los suburbios británicos. En el caso de Allan Sillitoe, sin embargo, se aúnan la calidad literaria con la cruda descripción de la realidad del momento, lo que convierte su obra en imprescindible.