El proper dimecres 21 llegirem El nombre del mundo es bosque de Úrsula Le Guin.
Los daños ya causados eran irremediables, pero al menos no se volverían a cometer.
Athshe o Nueva Tahíti es un mundo compuesto por agua y por bosques. de la misma especie de árboles y vegetales de los que se encuentran en la tierra ya que fueron trasladados para repoblar el planeta,tras mucho tiempo de explotarlo. En la Tierra ya no queda ningún árbol y la necesidad de madera hace que se establezca allà una colonia de extracción. En teoría, todo está pensado y medido para que tanto el trabajo ‘voluntario’ de los nativos como la deforestación sean controlados y no se llegue a la explotación. Sin embargo los nativos, - el pueblo Crichi, unos humanoides de un metro de alto con pelo verde que viven en los bosques - son explotados de diversas maneras hasta que la revolución prende de la mano de Selver, uno de los protagonistas.El nombre del mundo es bosque es una dura crítica a la colonización y la explotación de lo que vive y crece en la tierra, sea humanoide o vegetal y, a la vez, profundiza en los diferentes perfiles y actitudes del ser humano. Para nosotros, la novela ha resultado ser una utopía y distopía a la vez: por un lado, la sociedad crichi es utópica antes de la llegada de los invasores. Una sociedad matriarcal y de ancianas, donde la mujer lleva la política y las relaciones entre aldeas, mientras que los hombres se encargan del mundo de los sueños y los augurios ; no hay una estructura centralizada de poder e impera el principio de no violència: no hay guerras, ni conflictos y los asesinatos y agresiones son inexistentes. Aunque cada aldea tiene unas características particulares y rasgos específicos, todas viven con ciertos elementos comunes y en buenas relaciones, sin caer en centralismes ni jerarquías de poder. Asímismo, los crichis viven entres las raíces de los árboles en perfecta simbiosis con la naturaleza, y mentalmente son bastante elevados ; consiguen controlar el sueño lúcido.
Esta situación se rompe con la llegada de los colonos humanos, el elemento distópico, que establecen un reparto del territorio para su explotación y emplean a los crichis como voluntarios, eufemismo de esclavitud en todos los niveles. Estos humanos, salvo Davidson, que encarna valores misóginos y colonialistas, muestran diferentes posturas y maneras de enfrentarse a la situación. Destaca Raj Lyubov el antropólogo, que intenta comprender a los crichi e incluso se hace buen amigo de Selver.
A partir de este punto de vista multiperspectivo, Le Guin nos adentra en los dilemas internos de los personajes frente a temes como el ecologismo, colonialismo, explotación de diversas índoles y una visión de la mujer humana instrumentalizada, en muchas ocasiones. En este sentido, la época de la redacción del libro, así como parte de sus temáticas, lo vincula a las teorías postcolonialistas de la década de los ochenta.
La ecología no obstante, es uno de los grandes temas, y la denuncia de la sobreexplotación de recursos que terminan por agotar los sistemas ecológicos terrestres, y que ávidos de más, los terrícolas necesitan colonizar otros mundos sin llegar a plantearse realmente cuál es el problema. Pero aún más profundo es el aspecto de entender la ecología como las redes existentes entre los nativos y la naturaleza, que forman parte todos de un ecosistema delicado y frágil donde la modificación de uno de sus elementos, desequilibra el resto y reparar el desastre,si es posible, tardará décadas.
En relación con los tiempos que vivimos, la obra es plenamente actual debido al problema medioambiental que afecta a nuestro alrededor a causa del crecimiento desaforado del capitalismo. Es una novela que no envejece, sino que, por desgracia, sigue teniendo vigencia. Por otro lado, el colonialismo sí podríamos sentirlo más alejado a nosotros, pero si miramos con cuidado, nos damos cuenta de que el nuevo colonialismo que estrangula las sociedades no es tan directamente violento,aunque no por ellos sus resultados son más amables.
Pero ahí está lo bonito de la fantasía y la ciencia ficción: la capacidad de la metáfora y de presentar las cosas de diferente manera para provocar reflexión ; pero no una reflexión contemplativa, sinó de sublevación y revolución: nos impele a hacer algo, a cambiar las cosas.
Comentari basat en l'article de Fernando Moya.
0 comentaris:
Publica un comentari a l'entrada