Esta relación entre sus protagonistas se ha convertido en el arquetipo de los llamados amantes desventurados o star-crossed lovers (personas que no pueden estar juntas porque las estrellas se posicionan de tal manera que frustran su relación), donde ellos representan un ideal de amor romántico con destino fatal. Romeo y Julieta refuerza un estereotipo de amor que exige sacrificio y sufrimiento en la relación, pero también hay en la obra un amor juvenil que subvierte todos los mandatos sociales, lo que para las figuras de autoridad resulta intolerable y genera la tragedia. Romeo se opone a sacrificarse por un conflicto que no le concierne y Julieta, una joven de 13 años, despierta la ira de su familia cuando se niega a aceptar el mandato de casarse con un hombre elegido por su padre. Es la fuerza de la juventud, el ímpetu del amor adolescente, lo que les lleva a rebelarse ciegamente contra esas estructuras que pretenden frenar su pasión. Ellos se sublevan contra las restricciones sociales que se les imponen por su sexo y condición cuando no se les deja dar rienda suelta a su amor y nadie escucha su dolor ni empatiza con su desesperación. Es la ceguera de las familias lo que convierte una atracción adolescente en una tragedia. Nadie canaliza, comprende ni escucha esa pasión y es esa falta de empatía la que los lleva a la desesperación y los conduce a la muerte. Irónicamente, el drama que comparten las familias las hace finalmente reconciliarse y darse cuenta de lo absurdo de la situación.
Romeo y Julieta es una de las
obras más populares del famosísimo autor inglés y, junto a Hamlet y Macbeth,
la que más veces ha sido representada. Aunque la historia forma parte de una
larga tradición de romances trágicos que se remontan a
la antigüedad, es una adaptación teatral del cuento italiano
de Mateo Bandello, en concreto de la adaptación
inglesa de éste realizada por Arthur Brooke, que se basó en la traducción
francesa hecha por Pierre Boaistuau en 1559. Por su parte, en
1582, William Painter realizó una versión
en prosa a partir de relatos italianos y franceses, que fue publicada
en la colección de historias Palace of Pleasure.
Shakespeare tomó varios elementos de ambas obras, creó nuevos personajes
secundarios y la transformó en una obra maestra universalmente conocida. Algunas fuentes señalan que
comenzó a escribirla en 1591, llegando a terminarla en 1595. Sin embargo, otras
mantienen la hipótesis de que la terminó de escribir en 1597.
Shakespeare nació el 23 de abril de 1564 en Stratford-upon-Avon, Inglaterra y murió el 23 de abril de 1616, 52 años después, en el mismo sitio. A pesar de su gran producción literaria (escribió 39 obras de teatro, 154 sonetos y varios poemas narrativos) siempre ha habido mucho misterio en cuanto a su figura, porque no dejó cartas ni manuscritos, pocos testimonios contemporáneos y sólo seis firmas, todas escritas de forma diferente. ¿William Shakespeare fue o no fue? Existen pruebas que confirman su existencia, como por ejemplo su acta bautismal. Sin embargo, la escasa información sobre su vida ha dado pie a numerosas teorías alrededor de su figura, que vienen a poner en cuestión la verdadera autoría de sus obras.
Sea como sea, existen pocas obras en el mundo tan
conocidas como la que nos ocupa y pocos autores tan fascinantes como
Shakespeare. Obviamente, es imposible que Romeo y Julieta pase el filtro de las
libertades actuales, pero lo incuestionable es que nos encontramos ante una
obra maestra de la literatura universal a la que cada cual puede darle la
interpretación que más le cuadre (¿es un canto al amor o cuestiona el amor
romántico? ¿es una crítica a las convenciones sociales, a la violencia de la
época, a la falta de libertad de las personas o simplemente describe una
desgraciada historia de amor?) sin que ello le reste ni un ápice de su
belleza.
0 comentaris:
Publica un comentari a l'entrada