Amb la ràbia al cos, de John Osborne

                                                            

                                                             AMB LA RÀBIA AL COS

Amb la ràbia al cos (Look back in anger) es una obra de teatro de John Osborne publicada en el año 1956.  La obra fue un éxito en la escena londinense y generó el término «angry young men» (Jóvenes iracundos) para describir a Osborne y otros escritores de su tiempo que usaron la dureza y el realismo en sus obras para manifestar la frustración, la tristeza y la rabia de una generación que no encuentra su lugar, en contraste con lo que era visto como puro entretenimiento. 

Look back in anger tiene como protagonista a un joven idealista enfadado con el mundo, que en su personal lucha contra el sistema, hunde sin piedad a los que tiene cerca por considerarlos parte de una estructura que él desprecia. Su rabia vital, fruto de un dolor intenso derivado de una dura infancia, unida a su aguda inteligencia convierten a Jimmy (nuestro protagonista) en un hombre mordaz, peligroso a veces, dispuesto a herir (mediante la palabra) a sus seres queridos para hacerlos conscientes de su debilidad, de su poco compromiso, de su conformismo. La pregunta sería si él, más allá de una rabia que nunca le abandona y una dialéctica brillante, utilizada muchas veces como arma hiriente, hace algo para cambiar esa sociedad injusta y opresiva que tanto desprecia.

John Osborne tuvo la oportunidad de estrenar Amb la ràbia al cos dirigida por Tony Richardson en el Royal Court de Londres el 8 de mayo de 1956. Hijo de una camarera y un dibujante, actor en paro en aquel momento, Osborne representa aquello que se denominó la irrupción de las clases trabajadoras en el mundo de la literatura, patrimonio habitualmente burgués. En un primer momento, la critica reaccionó más bien negativamente ante el montaje, tildando la obra de melodramática, excesivamente larga, convencional o "chillona", pero esta misma crítica también reconoció su fuerza, el acertado dibujo de la compleja personalidad del protagonista y la perfecta descripción de la vida triste y decadente de los personajes. La representación de un acto de la obra en la televisión hizo que mucho público acudiese a verla, por sentirse identificado con lo que en ella se describía. Si Jake Barnes, de Hemingway, había representado la decepción de la primera postguerra, Jimmy Porter (nuestro protagonista) se convirtió en el símbolo de la segunda. Jimmy, en sus largos monólogos, alterna rabia, ironía,  juego y ternura, con unos feroces ataques contra los que le rodean para, según su parecer, hacerlos salir de una relajación y una educación que los mantiene inertes ante una realidad intolerable. Como a veces también resultan intolerables su crueldad neurótica y la brutalidad de sus ataques, que si bien desestabilizan a sus compañeros, amigos y amantes, no provocan ningún cambio en esa realidad que él tanto odia. Jimmy, con sus luces y sus sombras, no deja de ser un joven perdido incapaz de encontrar su camino, un joven inadaptado que no sabe luchar contra un mundo del que se siente expulsado y que es incapaz de demostrar amor a las personas que realmente quiere.